Durante unos años, fui total y absolutamente pesimista con los músicos de mi generación. Lo mejor estaba hecho, es imposible mejorar lo que tenemos ya, nunca va a volver a haber unos Led Zeppelin... Salían grupos nuevos de rock que para muchos críticos eran considerados la panacea y la resurrección por entonces: los Strokes, Jet, los Killers (puaj), pero eso a mi no me convencía en absoluto.
En fin, obviamente, hay cosas que sigo pensando que son insuperables. Pero cuando dejé de pensar en el pasado, cuando realmente me quité la idea de no escuchar algo que no fuera más alla de los noventa, fue cuando me encontré con Cherry Valence, cuyo primer disco, el homónimo, era un cóctel explosivo de toda esa música que yo consideraba insuperable. Y si lo pensamos, el garage de los 60 también fue una amalgama de muchos estilos posteriores. ¿Por qué ahora no iba a poder hacerse lo mismo?
En fin, obviamente, hay cosas que sigo pensando que son insuperables. Pero cuando dejé de pensar en el pasado, cuando realmente me quité la idea de no escuchar algo que no fuera más alla de los noventa, fue cuando me encontré con Cherry Valence, cuyo primer disco, el homónimo, era un cóctel explosivo de toda esa música que yo consideraba insuperable. Y si lo pensamos, el garage de los 60 también fue una amalgama de muchos estilos posteriores. ¿Por qué ahora no iba a poder hacerse lo mismo?
Cherry Valence
El homónimo de Cherry Valence me convenció al instante: reminiscencias de grupos de hard rock tan potentes como AC/DC o guitarras electrificantes, la agresividad y la brutalidad de grupos como los Stooges o MC5, esas dos baterías que ¡dios! no inventan nada pero suenan tan bien!
Pero el verdadero descubrimiento fue In the Red Records, una pequeña discográfica de LA creada en 1991, que me demostró que el rock no había muerto, que se siguen haciendo cosas buenas. Que la escena del garage revival es prolífica y hay conciertos de calidad en todo momento, más allá de los pusilánimes que nos vendían como "rock alternativo" del nuevo milenio. Black Lips, Reigning Sound, los Strange Boys, King Khan & BBQ Show...
Lo que más miedo me daba era no poder ir a conciertos. Discos, tengo montones, y con internet tengo acceso a todo lo que quiera. Viviendo en Madrid, de vez en cuando hay conciertos guays, pero no tantos como me gustaría, y por eso me fastidió tanto que muriera Jay Reatard, con apenas treinta años, hace casi dos (mi frustración se ve aqui, cuando mi blog era sólo un diario de mesa de noche). Pero yo ya había visto a mi obsesión por entonces: los Black Lips, justo aqui, en Madrid. Un conciertazo, del cual yo sólo esperaba como una fangirl que aparecieran los Black Lips (y por ello no fui capaz de disfrutar plenamente el momento cuando apareció repentinamente el cantante de los Saicos y se puso a cantar Demolición con Wau y los Arghhhs)
El futuro de los rock n rollers
Y es que siempre que escuchaba a los Black Lips pensaba: wow! hijos de los Nuggets. Pensabas en los Sonics, en los Monks, en 13th Floor Elevators, en los Seeds, incluso en The Fall... pero aun así tenían un sonido peculiar que les hacía diferentes. Riffs incansables de tres notas que se repiten una y otra vez, una voz desganada y en ocasiones, insoportable (en el buen sentido), dejes psicodélicos. El garage más primitivo y agresivo parecía revisitado por ellos.
Lo curioso de todo esto, es que justo la semana pasada, Al y yo nos hicimos con el genial recopilatorio Back From The Grave, de garage. Al escuchar las canciones aluciné, y pensé: es que esto suena exactamente igual que lo mejor que han hecho los Black Lips (es decir, dos discos, muy destacadamente el Let it Bloom). Misma voz, mismos riffs repetitivos, mismas influencias. Ya no es que suenen directamente "influenciados por...", los Alarm Clocks han vuelto del pasado reencarnados en los Black Lips.
Ya sea por pretensiones de enfocar sus miras hacia un público más amplio o por el éxito que han cosechado poco a poco más alla de su Atlanta natal, el hecho es que todo aquello que prometían en sus primeros discos se ha ido desvaneciendo. Los primeros discos, más oscuros y experimentales que los otros, suponían un buen comienzo. Pero es el Let it Bloom para mi el mejor disco de ellos (y uno de mis preferidos de todos los tiempos).
Y lo que perdieron en autenticidad lo ganaron en accesibilidad, que fue aumentando conforme sacaban discos (y que religiosamente yo iba comprando a precios estratosféricos, como no), y así como el Good Bad Not Evil o el 200 Million Thousand tienen canciones buenas y dignas de escuchar, al menos - como Drugs o Short Fuse -, se han alejado poco a poco de sus raíces (en definitiva: han dejado de copiar tanto y tan explícitamente), y han perdido lo mejor que tenían. Y puede que parezca que estoy dejándolos fatal, pero todo lo contrario: no sólo me encantan, sino que el concierto del que hablaba antes fue de los mejores momentos de mi vida: los directos son fantásticos, incendiarios, bestiales pero serios. Da gusto verlos.
Y lo que perdieron en autenticidad lo ganaron en accesibilidad, que fue aumentando conforme sacaban discos (y que religiosamente yo iba comprando a precios estratosféricos, como no), y así como el Good Bad Not Evil o el 200 Million Thousand tienen canciones buenas y dignas de escuchar, al menos - como Drugs o Short Fuse -, se han alejado poco a poco de sus raíces (en definitiva: han dejado de copiar tanto y tan explícitamente), y han perdido lo mejor que tenían. Y puede que parezca que estoy dejándolos fatal, pero todo lo contrario: no sólo me encantan, sino que el concierto del que hablaba antes fue de los mejores momentos de mi vida: los directos son fantásticos, incendiarios, bestiales pero serios. Da gusto verlos.
Y es que además, ¿qué más da que no inventen nada? Hay un grupo de nuestro milenio que aparece por España, sus miembros tienen apenas unos años más que yo, que dan conciertos brutales, que son divertidos, y tienen rabia, y que en el fondo, tocan la música que a mi me gusta, porque a ellos son los primeros a los que les gusta esa música. Así que, ¡todos a disfrutar de su autodenominado "flower punk"!