domingo, 4 de diciembre de 2011

The Neon Boys

En 1972 aun no existía el CBGB. Ni los Ramones. Ni los Dictators, entre otros. Aun Nueva York no era la potente escena del punk rock, y ya por entonces, tres chavales llamados Tom Verlaine, Richard Hell y Billy Ficca, crearon un grupo que precedería a algunas de las bandas más influyentes de la escena que estaba por venir.



Ocurre con algunos artistas, en concreto con Tom Verlaine, Richard Hell y Johnny Thunders, que cualquier cosa relacionada con ellos se convierte en oro. Nada falla, todo me encanta. Y todos tan relacionados los unos con los otros de alguna manera: Richard Hell & the Voidods, los New York Dolls, Television con Tom Verlaine y Richard Hell (y sin Hell), Johnny Thunders & the Heartbreakers con Thunders y Hell. Johnny Thunders en solitario. Palabras mayores. Todos con personalidades y un estilo diferente, alguno con mejor suerte que otro, pero todos enormes.


Pues bien, cuando todo esto aun estaba fraguándose, nacieron los Neon Boys, precursores de Television. Tom Verlaine el cerebro, Richard Hell la actitud. Aun recuerdo un video que vi hace años de Tom Verlaine intentándole enseñar a Hell cómo tocar Venus, de Television. El pobre estaba frustradísimo, era imposible. En fin, no es de extrañar que durara menos de un año en el grupo. Pero antes de todo esto, tocaban en un proyecto menos ambicioso pero igualmente interesante, que se materializó ocho años después en un EP que incluía alguna de sus canciones






En That's All I Know (right now) nos encontramos con la versión más histérica del característico tono vocal de Tom Verlaine, repetida hasta la saciedad en los primeros grupos de punk de sótano (como Teddy and the Frat Girls). Y es que, junto con Don't Die, son los retazos más punk del EP: temas rápidos, crudos y pesados. Una antesala que recuerda levemente al movimiento que vendría mucho (relativamente) más tarde, el post punk y el no wave de grupos como Teenage Jesus and the Jerks o the Pop Group.

Love Comes in Spurts, que más tarde sería mediatizada como la primera canción del Blank Generation, aparece en su cara más primitiva. No suena mal, pero sin duda, está años luz de lo que sería en su versión definitiva.
Y, para mi, el mejor tema y el culmen de este EP, es Time, un aperitivo del plato fuerte que vendría en los años siguientes: su carrera con Television, aquel proyecto que estaba más allá del rock and roll, del punk, de cualquier cosa que se pudiera imaginar. El bajo de Hell combina extraordinariamente bien y está a la altura del gran guitarrista que fue Tom Verlaine.


Como curiosidad, mencionar que el mismísimo Dee Dee Ramone intentó entrar en el grupo antes de que se disolvieran y se convirtieran en Television. Pero esa es ya otra historia.